No importa si tu objetivo es proteger un carro recién comprado o si deseas contratar una nueva póliza para actualizar términos y condiciones porque no te sientes conforme con tu seguro antiguo.

El mercado de pólizas de seguros tiene la particularidad de estar abierto a múltiples ofertas y opciones disponibles para los usuarios interesados, esto puede ser beneficioso pero complicado al mismo tiempo ya que genera dificultad para elegir el mejor producto que cumpla con tus expectativas, disposición de dinero y necesidades. Por ello, queremos darte las claves para que sepas identificar que póliza te puede ayudar a cuidar tu carro y cubrir las necesidades más particulares.

En cualquiera de los casos anteriores, lo primero que debes tener en mente es que no existe una póliza de seguro mejor que otra, solo existen con diferentes términos según la persona elija para adaptar las prestaciones que se ofrecen en el servicio de acuerdo al perfil. Cada empresa evalúa el contexto de la persona como conductor y la del vehículo a proteger para poder ofrecer el paquete de seguridad que el usuario necesite.

Conforme cambian las características también cambia el precio por supuesto, por ello es importante comparar entre una opción y otra para obtener los mejores beneficios adaptados a las condiciones vehiculares. Podemos formular una lista de respuesta a preguntas que se deberán plantear para escoger.

Comenzando por el tipo de póliza que se está buscando, hay una variedad de modalidad y puedes escribir en la lista cuál crees que se adapta a tu vehículo.

Seguro básico

El seguro por ley es el seguro a terceros, es el básico y más común, también conocido como seguro de responsabilidad social, y se encarga de cubrir daños ocasionados a terceras personas que se hayan visto afectadas en el incidente ocurrido y que no estén involucradas en el cometido del siniestro. Es el seguro más barato.

Si tu meta es lograr proporcionarle a tu auto más cobertura, puedes escoger un seguro que contenga responsabilidad civil ampliada, es decir, el mismo seguro anterior, pero en este se le agrega las garantías básicas además de encargarse de pagos al daño de cristales, el robo automovilístico o daños a causa de incendios.

La tercera opción es contratar un seguro a todo riesgo que es la más costosa de las tres, pero que obviamente a mayor dinero más cobertura para tu auto, así que este seguro a todo riesgo se encarga de cubrir no solo lo que pueda estar relacionado con la responsabilidad social, sino también los daños a otros vehículos que están asegurados incluso si este es el responsable del accidente. Tiene la capacidad de pagar mínimos detalles como arañazos, accidentes de roce al momento de estacionar, colisiones en la parte trasera, etc. Es más preferible ofrecer esto cuando la persona compra reciente el carro.

Existe un seguro de riesgo con franquicia que es parecida a la opción pasada, aunque esta baja su precio porque el usuario al momento de sufrir un accidente en donde es el autor, comparte los gastos monetarios junto con el seguro. Funciona pagando los gastos hasta que estos alcancen la cifra de la franquicia donde la empresa se hace responsable del pago.

Luego que hayas analizado cada póliza, escoge una para anotar en tu lista y estar seguro de tu decisión. En el siguiente paso, debes analizar de qué manera usas tú auto, cuántas personas suelen conducirlo y de qué forma pasa la noche o que lugares recorre regularmente, así te darás una de idea de que necesidades tienes para pedir la cobertura.

No olvides verificar las características de tu auto, como el tiempo de antigüedad, rendimiento y que elementos extra tiene, todo esto puede aumentar la tarifa del seguro por el costo reunido de los elementos mencionados.

Define si quieres que la empresa que te asegure sea de forma directa o tradicional, es una decisión de libre pensamiento y se basa en nuestras preferencias, porque ambas opciones tienen las mismas características y garantías para el trabajo, lo único que cambia es la manera de contratación y la forma en la que resuelven los accidentes.

Te comentamos que las que trabajan de forma directa pueden ofrecer tarifas más bajas por el simple hecho de que no cuentan con oficinas ni gastos mayores, lo que suaviza la oferta de póliza, estas trabajan netamente por Internet o a través de servicio telefónico.

Una vez que tengas todo bien definido, puedes empezar a calcular los precios de compañías disponibles para contratar.